El peligro de vivir con un corazón vacío
2020-01-29
"El astuto ve el peligro y se pone a salvo, pero los ingenuos lo ven y no lo evitan" (Proverbios 27:12)
<p>La indiferencia espiritual y la falta de consagración a Dios representan uno de los estados más peligrosos para muchos jóvenes. Jesús lo explicó de la siguiente manera: "Cuando el espíritu impuro sale del hombre, anda por lugares áridos en busca de reposo, y no lo halla. Entonces dice: 'Volveré a mi casa, de donde salí'. Y cuando llega, la halla desocupada, barrida y adornada. Entonces va y trae otros siete espíritus peores que él, y entran y allí se quedan a vivir. ¡Y el estado final de aquel hombre resulta ser peor que el primero!" (Mateo 12:43-45).</p>
<p>De acuerdo con las palabras de Jesús, podemos desterrar el mal de la vida, pero mientras estemos en este mundo, no podemos destruirlo. El mal siempre estará buscando ocasión de contraatacar y recuperar terreno perdido. Es cierto, podemos mantenerlo a raya, pero si nos descuidamos, puede provocar un efecto desastroso en aquellos que han sido renovados por Dios.</p>
<p>¿Cómo se puede llegar a esa actitud? A través de la tibieza espiritual, como dice Apocalipsis 3:15, 16. Es decir, no rechazas a Dios, pero no quieres asumir compromisos con él; además, crees que no te falta nada y que no eres una mala persona, ya que "no le haces mal a nadie". Claro, una religión de este tipo no puede satisfacer a nadie, por lo que tu corazón tiene "hambre de mundo". En tal condición, eres una presa fácil de las tentaciones de Satanás. Por esa razón, el Señor reprende severamente a quienes asumen dicha actitud (3:17) y recomienda adquirir oro refinado en fuego (amor genuino), vestiduras blancas (la justicia de Cristo) y colirio (el Espíritu Santo) para superar la tibieza (vers. 18). De ahí que sea muy arriesgado llevar una vida espiritual vacía y no disfrutar las bendiciones del evangelio. En realidad, estamos llamados a vivir una vida de plena satisfacción espiritual.</p>
<p>¿Estás contento con tu experiencia espiritual? ¿Te sientes feliz asistiendo cada sábado a la iglesia? ¿Son la lectura de la Biblia y la oración hábitos bien consolidados en tu vida? ¿Disfrutas participando en actividades misioneras o de servicio a la comunidad organizadas por tu iglesia? Si has respondido negativamente a estas preguntas, debo decirte que te encuentras en una condición sumamente vulnerable y debes buscar a Jesús y reorganizar urgentemente la forma en la que gestionas tu vida. Pero si tu respuesta ha sido positiva, ¡vas por buen camino!</p>
<p>Pide este día al Señor que destierre el mal de tu vida. </p>