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El Gran Capitán

2020-01-26

"Despreciar la disciplina es no apreciarse uno mismo; obedecer la corrección es poseer entendimiento". (Proverbios 15:32)

<p>Gonzalo Fernández de Córdoba (1453-1515) fue un oficial del ejército servicio de Isabel de Castilla y Fernando de Aragón, cuyos éxitos militares e varon a sus tropas a llamarlo el Gran Capitán. Después de una muy destacada participación durante la conquista de Granada, en 1492, Fernández de Córdoba fue designado para partir a Italia en 1495 y detener los ejércitos de Cali, VIII de Francia. Sin embargo, el 21 de junio del mismo año sufrió una derrota en Seminara ante Eberardo d'Obigny. Aquel descalabro hizo reflexionar al militar español, quien tomó con cautela el mal momento y decidió reformar su ejército y adaptarlo a las nuevas estrategias bélicas. Sus tropas no podían hacer frente a los franceses, quienes estaban bien pertrechados con artillería móvil e infantería con armas de fuego, con las viejas virtudes del coraje y el honor, sino con la firmeza y la exactitud de un ejército modernizado. Y así fue. Sus soldados no volvieron a ser vencidos por los franceses. En 1496 devolvió Nápoles a la casa real aragonesa. Sin embargo, el éxito no lo envaneció y llegó a ser reconocido como un maestro de la estrategia en el campo de batalla, dotado de templanza y capacidad de mando en el despliegue táctico. Asimismo, su ánimo sereno transmitía a sus soldados una enorme confianza, ya que estos estabas convencidos de que su líder era el mejor de todos y casi invencible.</p>

<p>A veces las derrotas pueden ser grandes detonantes de futuros éxitos. Todo depende de cómo asumas las adversidades. Lo más fácil es insultar, reclamar y culpar a otros de las fatalidades; pero lo mejor es hacer una autocrítica y evaluar qué es lo que hemos hecho mal y buscar la forma de corregirlo. De esta manera, lo que parece un fracaso se puede tornar en una de las grandes lecciones de la vida. Asimismo, es necesario tomar con mucha prudencia las victorias personales y no dejarse llevar por el arrebato cuando las cosas comienzan a ir bien.</p>

<p>¿Has fracasado en alguno de tus proyectos personales? ¿Por qué ha salido mal? Es muy probable que tengas que hacer algunos ajustes, que no siempre serán agradables, pero sí necesarios. Lo bueno es que en la vida siempre hay segundas oportunidades y, con la ayuda de Dios, la próxima vez la historia sera diferente.</p>

<p>Hoy ruega al Señor que te ayude a adoptar la mejor actitud ante tus fracasos y te permita aprender de ellos y corregir tus errores. </p>