Dónde obtener confianza

"El temor del Señor infunde plena confianza, y da esperanza a nuestros hijos" (Proverbios 14:26).

<p>Cuando era niño me gustaba ir a la playa para dialogar con Dios. Allí, en medio de las apacibles olas del mar, contemplaba la maravilla de la creación divina. Me asombraba el atardecer bermejo reflejando el sol sobre el mar. No podía pensar que Dios no existía si palpaba su presencia en aquellas aguas tan tranquilas. De vez en cuando salía con mi familia hacia la costa del océano Pacífico para observar las enormes olas provenientes del mar abierto. De costa a costa el panorama cambiaba radicalmente. Y, por supuesto, en invierno, no podía faltar para contemplar uno de los espectáculos más maravillosos que Dios le dio a los habitantes de aquella zona: la ballena gris en la época de parir a sus crías. A pesar de su gran tamaño y de su imponente figura, estos animales reflejan su amor hacia los seres humanos a través de su amistosa conducta y sus cantos enternecedores. Los enormes cetáceos se acercan a la embarcación y permiten que uno los acaricie. En realidad, ¡resulta increíble convivir con ellos! Ese tipo de escenas en la mente me recordaba una gran verdad: había un Creador que velaba por todas sus criaturas, y yo era una de ellas.</p>

<p>En las urbes contemporáneas resulta difícil contemplar las maravillas de la creación divina. En realidad, casi no se nota la mano de Dios, más bien, son las obras humanas las que destacan: enormes edificios, amplias avenidas, transporte subterráneo, calles asfaltadas y un cielo notablemente contaminado. De modo que para los habitantes de este tipo de metrópolis resulta más difícil sensibilizarse a la comunicación con el Señor a través de la naturaleza. Personalmente, me he estremecido frente a los diversos espectáculos de la naturaleza, donde la mente es forzada a reconocer la existencia de Uno que es Soberano del mundo y cuya obra creadora simplemente despierta un clamor: "¡Alabado sea Dios!"</p>

<p>La sociedad contemporánea nada en un mar de inseguridad. Sus temores se muestran en una insatisfacción constante. Vivimos en un clima de desconfianza. El versículo de este día nos recuerda que "el Señor infunde plena confianza". Es con él donde podemos obtener seguridad, fortaleza y esperanza para navegar los inciertos océanos de la existencia.</p>

<p>Esta mañana te invito a depositar tu inseguridad en sus manos. Verás que pronto aprenderás a superar tus temores.</p>