El poder de la esperanza
2020-12-13
"El temor del Señor infunde plena confianza, y da esperanza a nuestros hijos" (Proverbios 14:26).
<p>Doña Josefina tenía muchos problemas que agobiaban su vida. Ante la falta de soluciones y en medio de circunstancias cada vez más asfixiantes, estaba a pronto de entrar en una crisis de ansiedad. Un día alguien la invitó a la iglesia pero no le dio mucha importancia. Le pareció que sus dificultades no se resolverían con oraciones y cantos. Sin embargo, después de varios años decidió asistir al templo adventista del séptimo día.</p>
<p>Al llegar a la puerta del templo se sintió un poco incómoda, puesto que no conocía a nadie. Imaginó que alguien la podía mirar con desconfianza. Pero decidió entrar. Pronto buscó un espacio en uno de los bancos de la parte trasera. Siguió sintiéndose extraña. Al poco rato escuchó cómo la congregación entonaba himnos de alabanza al Señor. Su corazón se conmovió y experimentó una gran paz. A partir de ese día, continuó asistiendo a los servicios regulares. De acuerdo con su testimonio, cada vez que entraba a la iglesia los cantos congregacionales la transportaban al ambiente celestial. Se trataba de himnos que exaltaban el poder de Dios y sus grandes obras a favor de sus hijos. Después de un tiempo, decidió ser bautizada. Posteriormente, me dijo: "Pastor, yo estoy aquí por los cantos. Cada vez que vengo a la iglesia me gozo en participar de ellos".</p>
<p>¿Me creerías si te dijera que la congregación a la que se refería doña Josefina no tiene grandes voces en su haber? ¿Entonces a quién estaba escuchando? ¿Qué voces oía? Cuando los hijos cantan con fervor, los ángeles del cielo se unen a ellos, de manera que los incrédulos escuchan música celestial. ¡No es tu voz ni la mía!</p>
<p>Cada vez que cantas un himno, los ángeles se unen a ti para alabar con dignidad al Señor. Por muy desentonada que sea una iglesia, el mismo Dios tiene misericordia de ella para que presente un culto aceptable a los ojos del universo celestial. Por eso, ¡canta con fervor, con alegría y con esperanza! Tú no sabes lo que en realidad escucharán las visitas en el templo. ¡Alaba a Dios por sus obras grandes y maravillosas! No pierdas la oportunidad de participar con los coros celestiales desde la sencillez de tu congregación.</p>
<p>La próxima vez que asistas al templo alaba al Señor por sus obras grandes y maravillosas, además, experimenta el poder del canto y permite que los demás escuchen las voces angélicales junto a la tuya.</p>