¡Cumple mis sueños!
2020-12-10
"El fruto del justo es árbol de vida; el que arrebata la vida no es sabio" (PRoverbios 11:30).
<p>El auditorio estaba lleno para escuchar al instructor. El hombre era un famoso personaje del mundo del fútbol. Se trataba de Jorge Valdano, ex futbolista y ex director técnico del Real Madrir. Yo lo miraba muy atento mientras él hablaba, completamente dueño del escenario. Entonces, dijo unas palabras que penetraron en lo profundo de mi corazón: "Un joven no se puede dar el lujo de no soñar. Los sueños son el inicio de los grandes proyectos". ¡Qué palabras! Acto seguido, el orador comenzó a contarnos cómo había soñado con que algún día levantaría la copa de la FIFA y sería proclamado campeón del mundo. Y así sucedió en la final del Campeonato Mundial de Fútbol celebrado en México en 1986.</p>
<p>A partir de ese día decidí hacer mías esas palabras y compartirlas en los diversos lugares donde me han invitado a predicar. Es verdad, un joven no se puede dar el lujo de no soñar. ¡Así que es tiempo de soñar! Ahora te pregunto, ¿cuál es tu sueño? ¿Acaso estudiar es una buena universidad, o casarte con una excelente persona, o comprar el coche que tanto anhelas? Tal vez sueñas con ocupar una gran responsabilidad al servicio de tu país. ¡Qué maravilla! En ningún momento hemos de enterrar nuestros sueños.</p>
<p>Ahora bien, para un joven cristiano la realidad es mucho más atractiva. El versículo de esta mañana dice una gran verdad: ¡Dios cumple nuestros sueños! Incluso creo que es él quien nos llena de ilusiones para luego ir en pos de nuestras metas. Sin embargo, hay una condición: amar al Señor con ternura. Me gustan mucho las palabras del Salmo 37:4: "Disfruta de la presencia del Señor, y él te dará lo que de corazón le pidas". Lo fundamental en esta vida es consolidar una genuina relación con el Padre celestial y disfrutarla. Todo lo demás vendrá por añadidura (Mateo 6:33). Por lo tanto, la juventud es el momento ideal para aprender a soñar con un futuro prometedor y alcanzar las metas que nos hayamos marcado.</p>
<p>No te sientas frustrado al mirar tus carencias y pocas oportunidades. No hay nada que Dios no pueda transformar. ¡Es tiempo de soñar al lado del Padre celestial! ¡Él cumplirá tus sueños!</p>
<p>Esta mañana suplica al Señor: "Ayúdame a deleitarme en tu Palabra, en tus promesas, en tu evangelio; enséñame a ser feliz en medio de tu presencia; ¡y cumple los profundos anhelos de mi corazón!"</p>