Los vicios y el poder
2020-11-18
"Que no entregues tu vigor a las mujeres, ni vayas por caminos que destruyen a los reyes. [...] no está bien que los reyes beban vino, ni que los príncipes beban vino, ni que los príncipes beban sidra; no sea que por beber se olviden de la ley, y tuerzan el derecho de todos los afligidos" (Proverbios 31:3-5).
<p>El rey Salomón fue uno de los hombres más sabios del mundo. Sus penetrantes reflexiones siguen siendo motivo de interesantes estudios en diversos ámbitos del saber. Bajo su liderazgo, Israel alcanzó una prosperidad económica nunca antes vivida. La paz con sus vecinos le permitió concentrarse en el desarrollo de la infraestructura del país, el fortalecimiento de la economía y la de monarcas y líderes políticos. Diversas delegaciones extranjeras acudieron a verlo para constatar lo que se decía de él y reconocieron que la grandeza del soberano hebreo estaba muy por encima de lo que pensaban. Por aquellos años escribió el libro de los Proverbios, una obra maestra del pensamiento humano.</p>
<p>En el mejor momento de su vida, Salomón adoptó una de las lamentables costumbres de los poderosos de su época: la poligamia. El rey llegó a tener setecientas esposas y trescientas concubinas. Además, la promiscuidad sexual venía acompañada de alcohol y la idolatría, una combinación letal para un líder. Empezó a vivir una vida frenética y abandonó durante largos periodos sus responsailidades como gobernante. Solo se preocupaba por la diversión y por darle gusto a sus mujeres. Incluso Elena de White dice que su carácter llegó a mostrar rasgos afeminados (<em>Profetas y reyes,</em> p. 41). Poco a poco, fue perdiendo el respeto de sus colaboradores que tanto lo habían admirado. Ya no quedaba nada de aquel joven ejemplar que había llegado al trono. Se había convertido en un reyezuelo soberbio, autoritario y cruel, dedicado a esquilmar a su propio pueblo. Los habitantes de Israel, que alguna vez lo habían respetado tanto, ahora clamaban por liberarse de la tiranía de Salomón. Al final de su vida se arrepintió de sus pecados, sin embargo, las consecuencias de sus actos resultaron irreversibles. A su muerte, el reino se dividió y dio paso a una etapa desastrosa bajo el liderazgo de los reyes de Israel y Judá.</p>
<p>Más de una vez he visto la carrera de jóvenes prometedores arruinada por vicios como el alcohol, las drogas o la promiscuidad sexual. A algunos les cuesta mucho trabajo recuperar el tiempo perdido, aunque también hay quienes nunca logran salir del abismo.</p>
<p>Este día pide al Señor que te ayude a alejarte de cualquier tipo de vicio.</p>