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No atentes contra ti mismo

2020-11-09

"El enojo del rey es como el rugido de un león; enfurecerlo es atentar contra uno mismo" (Proverbios 20:2).

<p>El 31 de octubre de 15187, Martín Lutero clavó las 95 tesis acerca de la justificación por la fe en la puerta de la iglesia de Wittenberg (Alemania). Pero cuando las ideas de Lutero fueron traducidas a la lengua del pueblo y distribuidas masivamente por toda Alemania, lo que podría haber quedado como una simple reclamación en el nivel académico levantó un gran revuelo político, social y religioso. Pronto, el conflicto comenzó a traspasar fronteras, preocupando a príncipes y gobernantes de otros reinos.</p>

<p>Enrique VIII, rey de Inglaterra, urgió al emperador Carlos V a exterminar la herejía luterana por la fuerza y, en 1521 (posiblemente bajo la asistencia de su capellán, Edawrd Lee), escribió una defensa escolástica de los siete sacramentos contra uno de los principales textos de Lutero (<em>El cautiverio babilónico).</em> El texto del gobernante recibió grandes alabanzas de parte del papa. Sin embargo, cuando llegó a manos de Martín Lutero, este dijo del monarca: "El rey Enrique, para desgracia (o ira) de Dios, rey de Inglaterra". No contento con ello, el reformador alemán amontonó sobre el gobernante inglés los más excesivos epítetos. Incluso, dio un golpe innecesario a los príncipes cuando dijo que el rey Enrique era una prueba de la veracidad de aquel proverbio que afirmaba que "no hay mayores tontos que los reyes y los príncipes". Los mejores amigos de Lutero le reprocharon su actitud hacia el rey de Inglaterra y su imprudencia al ofender a la clase gobernante.</p>

<p>Al poco tiempo, Enrique VIII entró en conflicto con el papa debido a cuestiones de su matrimonio. El problema terminó en un distanciamiento entre el soberano inglés y el pontífice romano. Entonces, en el afán de ganarlo para la causa de la Reforma protestante, Lutero le escribió una carta el 1 de septiembre de 1525 donde se retractaba de sus comentarios respecto al monarca y le pedía disculpas, ofreciéndole honrarlo de manera púbica. Enrique rechazó la oferta con desprecio y orgullo real, además, de decirle que ahora lo repudiaba no solo por su herejía, sino por su cobardía.</p>

<p>El conflicto entre Lutero y el rey de Inglaterra fue aprovechado por los papistas para acarrear un gran escarnio sobre la causa de la Reforma protestante, la cual perdió el apoyo de uno de los soberanos más importantes de Europa en un momento clave de la historia.</p>

<p>Despertar la ira de una autoridad puede colocarnos en una situación muy desfavorable. La volubilidad, la ira y la prepotencia son rasgos particularmente destructivos.</p>

<p>Pide hoy al Señor sabiduría cuando enfrentes este tipo de situaciones.</p>