La peor decisión de su vida
2020-10-28
"Fuente de agua turbia, manantial corrompido: ¡eso es el justo que se rinde ante el impío!" (Proverbios 25:26).
<p>Erasmo de Róterdam fue la más grande y deslumbrante celebridad del siglo XVI. Nadie gozaba de un prestigio moral y artístico como el suyo. Se le apreciaba como "doctor universalis", "príncipe de la ciencia", "patrón de los estudios" y "valedor de la verdadera teología". Lo llamaban "luz del mundo" o "pitia de Occidente", "vir incomparabilis et doctorum phoenix". Emperadores y reyes, príncipes y duques, ministros y profesores, papas y prelados rivalizaban por conseguir el favor de Erasmo. Carlos V le ofreció un puesto en su consejo, Enrique VIII anhelaba llevárselo a Inglaterra, Fernando de Austria a Viena, Francisco I a París. Recibió atractivas solicitudes de Holanda, Brabante, Hungría, Polonia y Portugal; cinco universidades contendían por el honor de cederle una cátedra, tres papas le escribían respetuosas cartas. Miembros de la alta nobleza e ilustres eruditos peregrinaban varios días con tal de obtener una firma manuscrita de Erasmo en su libro de familia. Recibir una de sus cartas abría las puertas de la fama y representaba un gran triunfo, incluso era envuelta en brocado por su destinatario, que la lucía como una reliquia delante de sus amigos. Pero quien podía dirigirle la palabra era un bienaventurado en este mundo. Nadie ha poseído en Europa semejante influencia surgida simplemente de su presencia espiritual.</p>
<p>En el pináculo de su fama, se topó con Martín Lutero, quien lo admiraba y respetaba profundamente. Para Lutero, el apoyo de Erasmo era fundamental para consolidar la Reforma protestante. A pesar de que el afamado sabio había sido un precursor de la Reforma, no deseaba controversias y evitaba comprometerse con el monje alemán, sino más bien se consideraba un pacifista. Sin embargo, también el bando papal le exigía su apoyo en contra de Lutero. Erasmo no pudo permanecer mucho tiempo neutral y se sintió impulsado a tomar la triste decisión de enfrentarse al reformador alemán, un combate intelectual esperado en toda Europa. En la discusión epistolar Lutero fue muy violento con Erasmo. El gran sabio fue repudiado por sus antiguos admiradores.</p>
<p>Hoy, apenas si se conoce el nombre de Erasmo de Róterdam. Sus grandes obras, fruto de una brillante investigación y plasmadas en una lengua olvidada (el latín), duermen en las bibliotecas sin que nadie perturbe su sueño. Erasmo fue un hombre que, en su momento, no supo tomar la valiente decisión de seguir sus convicciones espirituales.</p>
<p>Hoy pide al Señor que te dé el valor de ser fiel a tus principios espirituales y mantenerte fiel a Dios.</p>