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Los límites del lobo marino

2020-10-04

"No traspases los linderos de antaño que tus antepasados establecieron" (Proverbios 22:28).

<p>La Isla del Espíritu Santo se localiza a 33 kilómetros en el límite sur oriental de la Bahía de La Paz (México). En cierta ocasión fui con mi familia a La Lobera, una comunidad de lobos marinos que vive allí. Una vez que nos lanzamos al mar, el guía nos indicó la importancia de no acercarse a las rocas, ya que eran el espacio de los lobos marinos, y ellos podían inquietarse si invadíamos su área. De pronto, de una manera extraordinaria, los lobos comenzaron a nadar por debajo de nosotros. Podíamos verlos juguetear mientras nos miraban de reojo. Pero la corriente comenzó a arrastrarme y, cuando estaba muy cerca de las rocas, uno de los lobos marinos macho se arrojo al mar y, en el fondo, pude observar al enorme mamífero trazar una línea imaginaria delante de mí. Entonces, el guía dijo: "Eso que el macho hace es marchar la línea del límite hasta donde puedes avanzar. No debes cruzar la demarcación que él ha indicado, de lo contrario podría atacarte". Yo estaba maravillado observando al macho que, de nuevo, enfiló al mar y volvió a trazar la línea imaginaria. Esta vez el guía me advirtió con mayor firmeza: "Es tiempo de retroceder. El macho ha insistido en señalarte el límite y podría enfadarse. No puedes ir más allá de lo que él te ha permitido".</p>

<p>La manera en la el lobo marino defendió a las hembras y a las crías aquella mañana en la Isla del Espíritu Santo me enseñó una profunda lección: la vida tiene límites. No debemos sobrepasar los límites de la naturaleza porque puede costarnos muy caro. Tampoco es bueno traspasar los términos que nuestros padres han marcado. No obstante, muchos jóvenes tienden a despreciar las normas que sus progenitores les han inculcado por considerarlas anacrónicas. Pero cuidado, los límites están ahí para protegerte y liberarte de problemas.</p>

<p>Ya sea que se trate de alimentación, trabajo, amistades y relaciones con el sexo opuesto, no hemos de traspasar los límites. Eso que hoy es un deleite, se puede volver en nuestra contra si no rerspetamos los linderos que se nos han marcardo. Y eso es muy saludable, créeme.</p>

<p>Allí, nadando en medio del Mar de Cortés, miré al cielo y reflexioné en la manera en la que personalmente me relaciono con el padre y cómo él decide protegernos, precisamente a través de los límites.</p>

<p>Este día pide al señor que te ayude a respetar los límites que él te ha puesto.</p>