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Vivir para mentir

2020-06-07

"Los justos solo piensan en la justicia; los impíos solo piensan en engañar" (Proverbios 12:5).

<p>En <em>La guerra del fin del mundo</em>, Mario Vargas Llosa describe el impacto del fanatismo religioso en una sociedad. Antonio, el Consejero, es un predicador itinerante que recorre algunas comunidades rurales del norte de Brasil. La injusticia general, la pobreza, la ignorancia, el descontento social y el abuso del clero forman el caldo de cultivo para elevar al nivel del mesianismo a un rudimentario pero carismático individuo. Canudos, el pueblo donde se concentra el poder del Consejero, se convierte en el bastión de un movimiento religioso que sacude la estabilidad política de la región. La gente desafía la autoridad del gobierno y solo acepta la palabra del Consejero. La situación llega a tal punto que las autoridades consideran necesario enviar al ejército, el cual es sorprendentemente reprimido en una sangrienta batalla, donde muere el conocido coronel Antonio Moreira César, lo cual aumenta más el prestigio del Consejero y motiva a mucha gente a dirigirse a Canudos para defender al líder espiritual. Entonces, el ejército decide lanzar un ataque brutal sobre el pueblo, que se defiende a sangre y fuego. Al final, el Consejero muere junto con la mayoría de sus seguidores y un buen número de soldados.</p>

<p>Poca gente se da cuenta de la terrible influencia que un engañador puede tener en una comunidad. Jesucristo advirtió que en el tiempo del fin habría muchos engañadores que usarían las Escrituras para satisfacer sus propios intereses (Mateo 24:11). ¿Por qué la gente presta atención a los disparates que proclaman algunos iluminados? La Biblia tiene la respuesta: "Porque vendrá un tiempo en que no soportarán la sana doctrina, sino que aun teniendo comezón de oír se amontonarán maestros conforme a sus propios malos deseos, y apartarán de la verdad sus oídos y se volverán a las fábulas" (2 Timoteo 4:3, 4).</p>

<p>¿Comezón de oír? ¿Interés por las fábulas? ¿Por qué? Por la falta de estudio de las Escrituras, por la carencia de una sólida relación con Jesús, por vivir una vida espiritual insatisfactoria. Entonces se abre la puerta a los falsos mesías, que descalifican al liderazgo establecido, proclaman la mentira con mucho entusiasmo y se aprovechan de sus seguidores, al punto de poner en riesgo sus vidas.</p>

<p>¿Tienes dudas? ¿Almacenas inconformidades en tu corazón? ¿Vives una vida espiritual llena de insatisfacción? ¡Cuidado! Si no sabes canalizar tales actitudes podrías caer en las garras de un embaucador. No olvides que Jesús tiene una respuesta a todas tus inquietudes.</p>