return

¿Por qué es peligroso el ocultismo?

2020-06-04

"El camino de los impíos es como la oscuridad; ¡ni siquiera saben contra qué tropiezan!" (Proverbios 4:19).

<p>La era del auge de la ciencia y la tecnología es también la época del apogeo del espiritismo. A millones de personas les resulta atractivo y apasionante, sin darse cuenta de que se trata de un camino tenebroso que conduce a la destrucción.</p>

<p>La adivinación es un método sumamente desconfiable para obtener información seria sobre el futuro, el mundo y nosotros mismos. La verdadera fuente de sabiduría es el temor de la Palabra de Dios (Proverbios 1:7). Dios es el único que tiene potestad sobre los tiempos (Eclesiastés 3:15). Él es el único que puede predecir el futuro (Isaías 46:9, 10). Además, las diversas formas del espiritismo tienden a alejar a la gente de Dios.</p>

<p>No es con los muertos donde los individuos encontrarán un modo satisfactorio de vivir, ni hallarán ahí la vida eterna (Isaías 8:19, 20). Los muertos nada saben (Eclesiastés 9:6). No se les puede atribuir un conocimiento especial que rija los destinos de los vivos. Todas esas ideas tienen un origen en las religiones paganas de la antigüedad. Por si fuera poco, la magia y la brujería pueden desatar poderes de naturaleza demoniaca y mortal (Éxodo 7:11, 12, 22; 8:7, 18, 19). El espiritismo no es un juego. El poder del mal es real (Efesios 6:12). A mucha gente le ha costado la vida la incursión en el mundo de las tinieblas. Las consecuencias son sumamente peligrosas.</p>

<p>Pretender someter las fuerzas de la naturaleza o los poderes sobrenaturales al servicio natural es una afrenta directa a la soberanía divina. Es tan grave como jugar a ser Dios. Únicamente él tiene potestad de regir el mundo y sus destinos de acuerdo a su voluntad. Ningún ser creado puede pretender usurpar la autoridad divina. Las diferentes doctrinas teológicas alrededor del mundo, que generalmente se asocian con el espiritismo, son antibíblicas, como la comunicación con los muertos, la inmortalidad del alma, la existencia del infierno, la reencarnación o la intercesión de los santos, entre otras.</p>

<p>Mientras estemos en este mundo, estas influencias seguirán con nosotros. Se presentarán de forma muy atractiva. Pero no necesitamos ceder a sus propuestas. Lo mejor es recordar la promesa bíblica: "Así que someteos a Dios. Resistid al diablo, y él huirá de vosotros" (Santiago 4:7, CST).</p>