En sociedad con Dios
2020-05-30
"En la casa del justo siempre hay abundancia; en las ganancias del impío siempre hay problemas" (Proverbios 15:6).
<p>William Colgate nació el 25 de enero de 1783 en Kent (Inglaterra). Debido a que su familia era muy pobre, a sus 16 años partió a Nueva York (EE.UU.) con el sueño de prosperar económicamente para apoyar a su familia. Pero encontrar trabajo no resultó nada sencillo. Colgate era un joven profundamente religioso, así pidió a Dios su bendición para encontrar un buen trabajo bajo la promera de devolver fielmente el diezmo de todo lo que ganara. Por fin encontró un trabajo como aprendiz de fabricante de jabón. Allí comprendió y aprendió cómo funcionaba el negocio. En su cabeza surgió la idea de montar su propia fábrica de jabón. ¿Pero con qué dinero podría hacerlo? Todo lo puso en las manos de Dios. Un día, logró encontrar un socio, Francis Smith, para montar su anhelado negocio y las cosas empezaron a funcionar de maravilla. En 1812 compró las acciones de su socio y Colgate llegó a ser el único propietario, quien cumplió su promesa de devolver el diezmo de sus abundantes ganancias. Pero, no conforme con eso, decidió duplicar el diezmo de todos sus ingresos. Sus ventas aumentaron como nunca hubiera imaginado. Se dice que Colgate llegó a dar el 50% por cierto de sus ganancias como diezmo. Su empresa aumentó sus beneficios exponencialmente. A lo largo de su vida, William Colgate colaboró diversas Sociedades Bíblicas, que distribuían las Sagradas Escrituras en varios lugares del mundo, así como seminarios teológicos y otras instituciones cristianas. William Colgate murió el 25 de marzo de 1857.</p>
<p>¿Qué te parece? En realidad, el trabajo es una experiencia espiritual, un medio para convivir con Dios y experimentar el poder de su Palabra. ¿Acaso crees que Dios no puede darte abundantes bendiciones? Él mismo te invita a comprobarlo: "Traed íntegro el diezmo para los fondos del templo, y así habrá alimento en mi casa. Probadme en esto -dice el Señor Todopoderoso-, y ved si no abro las compuertas del cielo y derramo sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. [...] Entonces todas las naciones os llamarán a vosotros dichosos, porque vosotros tendréis una nación encantadora -dice el Señor Todopoderoso" (Malaquías 3:10, 12, CST).</p>
<p>No dejes a Dios fuera de tu vida laboral. Invítalo a formar parte de ella y decídete a serle fiel. Si lo haces, tu vida espiritual se fortalecerá y tu prosperidad económica será evidente. Es una promesa divina.</p>