El dinero es un medio para adorar a Dios
2020-05-04
"Honra al Señor con tus bienes y con las primicias de tus cosechas. Tus graneros se saturarán de trigo, y tus lagares rebosarán de vino"
<p>Job fue un hombre profundamente allegado a Dios y, además, muy rico.</p>
<p>¿Acaso se puede gozar de una bonanza económica significativa y ser al mismo tiempo un genuino creyente? La Biblia dice que sí. Job era poseedor de tierras, ganados, siervos y una linda familia. Era un caballero poderoso y respetado. No obstante, ni el dinero ni el poder lo poseían a él. Prueba de ello es que cuando lo perdió todo de manera repentina, exclamó: "Desnudo salí del viente de mi madre, y desnudo volveré al sepulcro. El Señor me dio, y el Señor me quitó. ¡Bendito sea el nombre del Señor!" (Job 1:21).</p>
<p>Lo interesante en la historia de Job es que en ningún momento se le escucha lamentarse por todo lo que ha perdido, más bien, su gran duda consiste en saber si ha hecho algo malo que haya molestado al Padre celestial. Él no entiende lo que sucede, solo desea escuchar a su amado Dios</p>
<p>¿Acaso le importa a Dios el dinero? La Biblia dice que él es el Dueño de todo lo que hay en este mundo, incluso del oro y de la plata, tan codiciadas por los seres humanos (Hageo 2.8). Entonces, si Dios es tan rico, ¿por qué no nos llena de riquezas y tesoros para dejar de trabajar y disfrutar de la vida? ¿Te parece que eso sería lo mejor para nosotros? ¿Por qué quiere Dios que nos ganemos honradamente el sustento? ¿Qué hay detrás del uso del dinero? La manera en la que lo gastas revela lo que hay en tu corazón. En realidad, el uso del dinero es un elemento que revela tu carácter.</p>
<p>En este mundo estamos de paso. Estamos aquí para construir un carácter idóneo para el reino de los cielos. Eso es lo único que llevaremos con nosotros a la patria celestial. De modo que todo lo bueno que tenemos, como el dinero que se gana honradamente, se constituye en un medio para edificar el carácter. Y es que el dinero es un medio para adorar a Dios. A través de él podemos agradecer al Padre celestial su profundo amor hacia nosotros y reconocer su soberanía en este mundo. Ante tal muestra de confianza en el Señor, la promesa divina es que recibiremos una bendición mucho mayor (Malaquías 3:10).</p>
<p>No te dejes atrapar por el consumismo ni la fiebre por obtener dinero. ¡Hónralo con tus bienes y él reconocerá tu lealtad!</p>