El trabajo es una bendición
2020-05-01
"El trabajador se afana para calmar su apetito; su estímulo es llenarse la boca" (Proverbios 16:26).
<p>Cuando Dios creó al ser humano, el trabajo formó parte fundamental de su desarrollo. "Dios el Señor tomó al hombre y lo puso en el huerto de Edén, para que lo cultivara y lo cuidara" (Génesis 2:15). El trabajo no es consecuencia del pecado.</p>
<p>"A los moradores del Edén se les encomendó el cuidado del huerto, para que lo labraran y los guardasen. Su ocupación no era agotadora, sino agradable y vigorizadora. Dios dio el trabajo como una bendición para que el hombre ocupara su mente, fortaleciera su cuerpo y desarrollara sus facultades. En la actividad mental y física, Adán encontró uno de los placeres más elevados de su santa existencia" (Patriarcas y profetas, p. 29).</p>
<p>La entrada del pecado lo cambió todo. Sus terribles consecuencias también afectaron la vida laboral: "Puesto que accediste a lo que te dijo tu mujer, y comiste del árbol de que te ordené que no comieras, maldita será la tierra por tu causa; con dolor comerás de ella todos los días de tu vida. Te producirá espinos y cardos, y comerás hierbas del campo. Comerás el pan con el sudor de tu frente, hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste tomado; porque polvo eres, y al polvo volverás" (Génesis 3:17-19). De ahora en adelante, el trabajo adquiría una nueva dimensión: "Cuando, como resultado de su desobediencia, fue expulsado de su bello hogar, y cuando, para ganarse el pan de cada día, fue forzado a luchar con una tierra obstinada, ese mismo trabajo, aunque muy distinto de su agradable ocupación en el huerto, le sirvió de salvaguardia contra la tentación y como fuente de felicidad" (Ibíd). Así es, el trabajo ennoblece el carácter, te protege de la tentación y te da grandes satisfacciones.</p>
<p>Pero el alejamiento de Dios dará a los seres humanos un sentido negativo del trabajo. Desde la esclavitud, los abusos por los bajos salarios, el trabajo innfantil, entre otros. Por ejemplo, durante la Edad Media los nobles consideraban el trabajo como una actividad despreciable e indigna de una persona respetable. Lo cierto es que todos necesitamos trabajar. La ociosidad es muy peligrosa. "El verdadero regocijo de la vida lo encuentran únicamente los hombres y las mujeres que trabajan. Los ángeles trabajan diligentemente; son ministros de Dios en favor de los hijos de los hombres. En el plan del Creador, no cabía la práctica de la indolencia que estanca al hombre" (Ibíd.).</p>
<p>Este día pide al Señor que te enseñe a trabajar y desarrollar los dones que te ha dado.</p>