La paciencia, clave del éxito II
2020-04-28
"El corazón entendido tiene hambre de saber; la boca del necio se alimenta de tonterías" (Proverbios 15:14).
<p>Andrés Bello López nació en Caracas (Venezuela) el 29 de noviembre de 1781. Fue una de las mentes más brillantes en la historia del humanismo liberal hispanoamericano. Desde niño tuvo una notable hambre de conocimiento. A los 15 años dominaba el latín a tal punto que podía traducir la <em>Eneida. </em>Andrés Bello llegó a ser un brillante filólogo, poeta, traductor, filósofo, ensayista, educador, político y diplomático. Sus profundas ideas llegaron a germinar en uno de sus más destacados alumnos, que llegaría a ser una de las figuras más grandes de América: Simón Bolívar. Posteriormente, pasó una larga temporada en Londres (Inglaterra) y después en Chile. Sus obras completas abarcan veinte tomos. Hasta el día de hoy, sus escritos sobre métrica siguen gozando de gran actualidad. Su aportación y dominio de la lengua castellana llevó a la Real Academia Española a nombrarlo miembro honorario en 1851. Su Gramática de la lengua castellana representa una enorme aportación al campo de las letras hispánicas. Andrés Bello murió en Santiago (Chile) en 1865.</p>
<p>¿De qué estás alimentando tu mente? ¿Qué clase de información le das? En la lucha por el dominio de la mente nadie puede ser neutral. "La mente nunca cesará de estar activa. Está expuesta a influencias buenas o malas. Como el rostro humano queda estampado, por el rayo del sol, sobre la placa pulida del artista, así quedan grabados los pensamientos y las impresiones en la mente del niño, y son casi imborrables, sean estas impresiones terrenales, o morales y religiosas. La mente es más susceptible cuando la razón está despertando; de modo que las primeras lecciones son de gran importancia. Estas tienen una influencia poderosa en la formación del carácter. Si son de la índole debida, y si, a medida que el niño progresa en años se le continúan impartiendo con paciente perseverancia, el destino terrenal quedará amoldado para el bien" (<em>Mente</em>, <em>carácter y personalidad</em>, t. 1, p. 294).</p>
<p>Un joven interesado en los diferentes ámbitos del saber tiene una enorme utilidad en las manos de dios. Sus ideas y propuestas influirán en otros y ayudarán a construir una mejor sociedad. Por eso, aprovecha tu tiempo y acércate al conocimiento con mucha atención. No llenes tu cabeza de vulgaridades. No olvides que tu cuerpo -incluyendo tu mente- son el templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19).</p>
<p>Hoy pide al Señor que te ayude a alimentar tu mente con influencias edificantes.</p>