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La bendición de creer

2020-04-21

"El que es sabio y astuto sabe por dónde va; a los necios los engaña su propia necedad" (Proverbios 14:8).

<p>El primer mandamiento del Decálogo dice: "No tendrás dioses ajenos delante de mí". Esa es una afirmación de la naturaleza espiritual del ser humano. Así es. Todos hemos nacido con la semilla de la creencia en el corazón. La incredulidad es ajena al hombre. El primer mandamiento nos recuerda que, si no adoramos a Dios, nuestra propia necesidad de creer nos conducirá a honrar algo a lo quqe atribuimos virtudes sagradas, ya sea un objeto, un ser vivo o una idea. Por eso no existe en la historia pueblo que no haya manifestado tendencias religiosas.</p>

<p>¿Entonces qué pasa con el galopante ateísmo que se observa en nuestro tiempo? En realidad, lo que hoy se entiende por ateísmo no es otra cosa que una reacción crítica ante posturas radicales del propio cristianismo. Ni siquiera tiene postulados que atraigan por lo atractivo de sus doctrinas, más bien su gran fuerza ha sido criticar y cuestionar episodios lamentables protagonizados por líderes y personajes cristianos, así como atacar ferozmente algunas respuestas ofrecidas por los portavoces de la fe cristiana. Es decir, el éxito del ateísmo ha dependido de las actitudes intolerantes y lamentables del cristianismo.</p>

<p>Lo cierto es que es imposible borrar el deseo de creer de la conciencia humana. Hoy la fe religiosa se ha mudado de un espacio a otro. Tal vez ya no se vean tantas personas en los templos, pero eso no quiere decir que sean incrédulos, ateos o agnósticos. Más bien parece que se han integrado a una de las nuevas formas de la religión, como por ejemplo, los espectáculos deportivos o musicales. La religiosidad sigue firme en la mente de los seres humanos, aunque tal vez, de formas que nunca habríamos imaginado.</p>

<p>Creer es parte de la naturaleza humana. Aun los ateos necesitan la fe para creer en sus postulados. En realidad, se necesita mucha fe para defender sus afirmaciones. Creer en Dios es un gran privilegio. Es un bálsamo para un mundo sumido en la confusión y la barbarie. Hay muchas razones para creer en Dios y lo importante es descubrirlas de manera personal. Pero una de las más atractivas es que la fe en Dios da rumbo a tu vida, como dice el versículo de esta mañana, y te permite reconocer el propósito por el que el Señor te ha traído a este mundo.</p>

<p>Hoy te invito a abrir un espacio al Dios del universo en tu vida. Decide confiar en el Padre celestial y tu vida comenzará a tomar una nueva dirección.</p>