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Solo faltaba el perdón

2020-03-24

"La cordura del hombre calma su furor; su honra es pasar por alto la ofensa" (Proverbios 19:11)

<p>Sus ojos se apagaban lentamente. Sus extremidades ya no se movían. La muerte se anunciaba en su mirada perdida. Cuando llegué a su casa, sus familiares lo sacudían con desesperación, diciéndole: "¡No te mueras! ¡No te mueras!" Pero una profunda angustia se percibía en el moribundo. Era como si tratara de decir algo a los suyos para después descansar. Entonces, me acerqué a él y le dije: "Vamos a cantar uno de sus himnos preferidos". Las notas de los cantos cristianos tranquilizaron al agonizante. Luego, agregué lo siguiente: "Ahora es el momento de arreglar las cosas con este hombre. Él os está escuchando". Y uno a uno, amigos y familiares pasaron junto a él entre sollozos y le pidieron perdón, le refrendaron su cariño y lo encomendaron al cielo. Después de eso, me acerqué al acballero, lo tomé de los hombros y, mirándolo a los ojos, le dije: "Hermano, ya todo está bien. Estás en paz con Dios. Ya todo ha pasado". Esta vez su mirada reflejaba paz. En ese momento murió en mis brazos.</p>

<p>Esta experiencia me hizo pensar en la profunda necesidad que tienen los seres humanos de morir en paz. Nosotros somos seres mortales y, a veces en el afán de luchar desesperadamente en contra de la muerte- algo que es completamente entendible-, no dejamos que la gente muera en paz. Pero tenemos que morir. Los moribundos quieren descansar en el Señor. Yo creo que es muy importante transmitir paz a estas personas al fin de sus vidas. Muchos solamente desean eso para morir con esperanza. Pero para ello se requiere el pedón, algo que a muchos les cuesta trabajo, tanto pedir como dar.</p>

<p>Cuando uno tiene amigos es inevitable que haya diferencias y malentendidos. Una buena amistad merece ser rescatada. Tampoco hay por qué guardar rencor. Mejor perdona a quienes te hayan ofendido. No vale la pena vivir con odios en el corazón porque solo consumen la vida y acaban con la salud. ¿Acaso esperarás el último momento de la vida para reconciliarte con quien has estado distanciado/a? ¿Para qué vivir enemistados con otros cultivando la animadversión hasta niveles enfermizos? Esa actitud tiene un alto precio.</p>

<p>Hoy pide al Señor que te ayude a no cultivar enemistad en tu corazón y pedonar a quienes te ofenden.</p>