Un ingrediente necesario
2020-03-23
"Son muchos los que dicen ser bondadosos, pero ¿dónde están los hombres sinceros? (Provebios 20:6).
<p>Ocurrió un 6 de septiembre de 2014 en Puerto de Sagunto (España). El ministro se puso de pie delante de la congregación y, de la mano de su esposa emocionado, agradeció a Dios por haber cumplido 43 años de servicio pastoral. Pero no llegó solo. Ahí estaban sus hijos y sus nietos, acompañados de un buen número de feligreses que se habían trasladado desde Barcelona para estar junto a su pastor en el día de su jubilación. Sus compañeros, amigos y administradores reconocían en él a un siervo de Dios cuya vida había sido un ejemplo para los fieles.</p>
<p>El pastor Eliasib Sánchez Jiménez nació el 26 de febrero de 1949 en Hueyapan (Puebla, México). Adventista de tercera generación, fue bautizado a los doce años de edad. El fiel ejemplo de su padre lo motivó a ir al seminario para estudiar la carrera pastoral. Se graduó en junio de 1971 y fue asignado a la ciudad de Tuxtla Gutiérrez (Chiapas) para atender a cuarenta y dos congregaciones. Tres años después fue trasladado a Tijuana (Baja California) y, un año después fue ordenado al ministerio. En 1990, recibió una invitación para trabajar en spaña como pastor, ministrando en las iglesias de Zaragoza y Barcelona, así como en el Departamento de Ministerio Personal de la Unión Adventista spañola.</p>
<p>Yo aprendí a admirarlo desde que era un niño en el noroeste de México donde él servía como presidente de nuestra Asociación. Su entusiasmo por compartir la palabra de Dios contagiaba a la iglesia. Desde el púlpito, hablaba con convicción, sencillez y autoridad. Me emocionó verlo en España al cabo de tantos años. Después de jubilarse, sigue lleno de vigor y liderazo. Entonces, le confesé a mi esposa: "Yo tenía una gran necesidad de admirar a un pastor. Hoy ha renacido en mí ese sentimiento. Es muy malo que los pastores no nos admiremos entre nosotros y no reconozcamos los logros ajenos. A mí eso me ha hecho mucho daño".</p>
<p>Aquella tarde en Puerto de Sagunto agradecí al pastor Sánchez y a su esposa su ministerio ejemplar. También di gracias a Dios por tener fieles ministros que siguen dando su vida por el evangelio. </p>
<p>¡Cuán valiosos son los buenos ejemplos de vida! En todo el mundo Dios tiene hombres y mujeres que inspiran la vida de sus semejantes. Son un constante canal que permite fluir el amor de Dios a sus hijos.</p>
<p>Este día pide al Señor que te ayude a ser una buena influencia para las personas que te rodean.</p>