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La bendición de ser generosos

2020-03-21

"Muchos buscan el favor del que es generoso; al que es desprendido no le faltan amigos" (Proverbios 19:6)

<p>Philipp Melanchton (en realidad Schwartzerdt) nació en Bretten (Alemania) en 1497. studió en Heidelberg a partir de 1509, posteriormente asistirá a la Universidad de Tubinga (1512). En 1518 llegó a ser profesor de griego en la Universidad de Wittenberg donde conoció a Martín Lutero, quien entonces había ganado una enorme popularidad debido a sus 95 tesis acerca de la justificación por la fe, difundidas a partir de octubre 1517. Melanchton confesó en su testamento que había aprendido el evangelio escuchando a Lutero.</p>

<p>Pero, debido a su protesta en contra del papado, para Lutero las cosas se empezaron a pone difíciles. "En aquel momento, cuando Lutero necesitaba tanto la simpatía y el consejo de un amigo verdadero, Dios en su providencia mandó a Melanchton a Wittenberg. Joven aún, modesto y reservado, tenía Melanchton un criterio sano, extensos conocimientos y elocuencia persuasiva, rasgos todos que combinados con la pureza y rectitud de su carácter le granjeaban el afecto y la admiración de todos. Su brillante talento no era más notable que su mansedumbre. Muy pronto fue discípulo sincero del evangelio a la vez que el amigo de más confianza de Lutero y su más valioso cooperador; su dulzura, su discreción y su formalidad servían de contrapeso al valor y a la enegía de Lutero. La unión de estos dos hombres en la obra vigorizó la Reforma y estimuló mucho a Lutero" (<em>El conflicto de los siglos</em>, p. 126).</p>

<p>Melanchton llegó a ser una de las figuras intelectuales más poderosas de su época, pero no se guardó el conocimiento para sí, sino que decidió compartirla. En 1519, a partir de la Disputa de Leipzig, tomó partido abiertamente a favor de Lutero y, desde 1521, fue uno de los portavoces de la teología de la Reforma protestante. Gracias a sus grandes concomientos, escribió manuales para casi todas las disciplinas, por lo que es posible que haya influido más que el propio Lutero en el desarrollo de la Reforma.</p>

<p>La generosidad es una de las virtudes fundamentales que cada hijo de Dios debe cultivar durante su paso por este mundo. Por eso es importante que aprendas a compartir lo que tienes, sea mucho o sea poco. No te acostumbres a estar recibiendo todo el tiempo. Mejor aprende a dar. Así, aun cuando ya no estés, la huella de tu bondad quedará impregnada en la experiencia de aquellos que te conocieron e impactará la vida de quienes no tuvieron la oportunidad de convivir contigo.</p>

<p>Pide hoy al Señor que te ayude a ser una persona generosa.</p>