return

La felicidad es una decisión personal

2020-01-01

“Si estás triste, todos los días son malos; si estás feliz, todos los días son de fiesta” (Proverbios 15:15).

<p>El hombre caminaba alegremente de un lado a otro en una importante avenida de la ciudad. Vestía unos pantalones oscuros desteñidos y una camisa que se asomaba tímidamente por una desgarbada chaqueta. Una enmarañada mata de pelo sobre su cabeza dejaba ver unos ojos chispeantes que irradiaban jovialidad y esperanza, ganas de vivir y optimismo. Su apariencia medio grotesca no le impedía regalar una amable sonrisa a los transeúntes y un sonoro “¡Buenos días!” De vez en cuando, recibía como respuesta un saludo, una sonrisa tímida o una mirada de gratitud. Pero la mayoría de la gente pasaba de largo y lo ignoraba. Yo lo miraba sentado desde un banco con gran interés. De pronto, alguien se acercó y le dejó una bebida y un bocadillo. El hombre se lo agradeció profundamente y siguió ejerciendo su labor con gran entusiasmo. Entonces me pregunté: “¿Cómo es posible que este hombre tenga una actitud tan positiva si no parece tener demasiadas razones? ¿Dónde está la fuente de su motivación?”</p>

<p>¿Qué se necesita para ser feliz en este año que comienza? He conocido a mucha gente que cree que la felicidad se encuentra en abundantes riquezas, placeres y diversión. Claro, no faltan quienes, además de eso, anhelan poder, dominio sobre los demás y ser el centro de atención de todo el mundo. Y así es como la vida se vuelve una desesperada y frustrante carrera en busca del “final del arcoíris” que consume los mejores años de la vida.</p>

<p>El apóstol Pablo nos recuerda que la felicidad es una decisión personal: “No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a estar contento en cualquier situación. Sé vivir con limitaciones, y también sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, tanto para estar satisfecho como para tener hambre, lo mismo para tener abundancia que para sufrir necesidad; ¡todo lo puedo en Cristo que me fortalece!” (Filipenses 4:11-13). Por su parte, Jesús aseguró que aquellos que aprenden a ser felices con muy pocas cosas, disfrutarán plenamente las grandes bendiciones que Dios les dé cuando llegue el momento.</p>

<p>Es verdad, la felicidad es una decisión al alcance de todos nosotros. No está condicionada por la raza, nacionalidad o clase social. Ni siquiera padecer una enfermedad puede impedirnos tomar la decisión de ser felices.</p>

<p>Este nuevo año decídete a ser feliz, regala una sonrisa y pídele a Dios que te ayude a sentirte contento sin importar la situación que estés viviendo.</p>